Rusia pone fin a caso de rebelión armada del Grupo Wagner

Rusia pone fin al caso de rebelión armada perpetrado por militares del Grupo Wagner encabezado por Yegveni Prigozhin

Vladímir Putin perdona a Yegveni Prigozhin. Las autoridades rusas han anunciado este martes el cierre del caso abierto por rebelión armada contra el jefe del Grupo Wagner. Este anuncio se ha producido tan sólo horas después de que el avión privado de Prigozhin haya aterrizado en el aeródromo militar de Machulishchi, cerca de Minsk. Se desconoce si el líder de Wagner viajaba en el vehículo.

Tras una investigación por parte del Servicio Federal de Seguridad ruso, las autoridades han decidido archivar el caso porque los participantes ya han puesto fin «a sus acciones criminales», según recoge la agencia de noticias TASS, cercana al Kremlin.

«En el marco de la investigación de un caso abierto el 23 de junio por el Departamento de Investigación del FSB bajo el artículo 279 del Código Penal de Rusia por el hecho de una rebelión armada, se ha establecido que los participantes detuvieron el 24 de junio sus acciones, destinadas directamente a cometer un crimen», ha especificado.

Mientras tanto, el avión privado de Prigozhin ha aterrizado en Bielorrusia. El vehículo ha llegado a las 07.37 hora local (04.37 GMT), de acuerdo con datos de la página de seguimiento de vuelos Flightradar24. Se trata de un avión Embraer Legacy 600 con número de registro RA-02795 y fue incluido en la lista de sanciones estadounidense en 2019 por su conexión con Prigozhin aunque con su matrícula vieja, M-SAAN.

Así lo ha comunicado el grupo de investigación Gayun, que se dedica a monitorear la actividad militar en territorio bielorruso. Según Gayun, otro avión privado con el número RA-02878 despegó de San Petersburgo y aterrizó a las 07.58 hora local también en el aeródromo militar de Machulishchi.

Se desconoce por ahora si Prigozhin se encontraba a borde de uno de estos aviones después de haber llegado el sábado a un acuerdo con el Kremlin para exiliarse en Bielorrusia y no ser perseguido penalmente a cambio de detener la sublevación.

Fuente: El Español